Pan sencillo sin amasado de Ibán Yarza

11.05.2018

La elaboración de pan casero es algo que me da mucho respeto, ser preciso en los gramajes de los ingredientes no es problema, pero cuando piensas en el amasado, eso ya es otra cosa... pero este pan es sin amasado, para principiantes como yo y el resultado es espectacular de verdad de la buena, con una corteza crujiente y una miga esponjosa, el único requisito que necesitas es tener un poco de paciencia con los tiempos de reposo. 

Quien me sigue sabe que publico los domingos, pero es que gracias al reto que organiza Marga, cada mes nos aventuramos a hornear una nueva recetilla de  pan en busca de  #elpanperfecto y lo publicamos el día 11. El mes anterior elaboramos un pan de soda irlandés, se trata de un pan con miga más compacta. Si te atreves a hornear pan por primera vez, cualquiera de estas dos opciones es buena para empezar, palabra de panarra primeriza.

 Ingredientes:

475 grs de harina de trigo
25 grs de harina integral de espelta
330 grs de agua
10 grs de sal
5 grs de levadura fresca  (o 1,5 grs de levadura seca)
Mezcla de semillas (pipas, lino, sésamo, pipas de calabaza, chía, etc)

Elaboración:

Si utilizas la levadura fresca como yo, disolvemos la levadura en agua tibia (sino la añadiríamos con la harina).

En un cuenco incorporamos las harinas, la sal y el agua con la levadura y mezclamos con las manos hasta que todos los ingredientes estén integrados, la masa quedará pegajosa. 

Dejamos reposar cinco minutos.

Pasado este tiempo hacemos 5 pliegues sobre la masa, para ello estiramos con cuidado de uno de los extremos y doblamos sobres sí misma, giramos el cuenco y cogemos de otro extremo y repetimos. Os dejo una imágenes para que lo entendáis mejor.

Tapamos la masa con un trapo de cocina y dejamos reposar 15 minutos, pasado este tiempo realizamos otras cinco pliegues.

Tapamos el bol con un film y dejamos en la nevera de 12 a 24 horas.

Al día siguiente os llenará de felicidad ver como la masa ha ganado volumen. Con cuidado, volcamos la masa sobre una mesa enharinada y formamos con delicadeza un rectángulo.

Cortamos dos piezas largas del mismo tamaño, para hacer dos barras.

Para decorarlas, depositamos las barras sobre un paño húmedo durante unos segundos para que coja humedad  y luego las pasamos por una capa de semillas (el agua actuará como pegamento).

Disponemos las barras sobre un papel vegetal con cierta distancia entre ellas. Con delicadeza retorcemos las barras hasta crean una forma helicoidal.

Dejamos que fermenten de 30 a 60 minutos.

Colocamos en el horno la bandeja con la que vamos a cocer el pan y otra bandeja metálica en la parte de abajo del horno y pre calentamos el horno a 250 grados.

Metemos las barras en el horno y para crear un golpe de vapor, vertemos medio vaso de agua en la bandeja metálica de abajo.

Horneamos durante diez minutos*, transcurridos los mismos, bajamos el horno a 220 grados y continuamos la cocción durante 25 minutos más.

* Otra opción de Iban Yarza es que estos primeros diez minutos apaguemos el horno y que el pan se cocine con el calor residual del horno y el vapor, una vez transcurrido este tiempo, encendemos el horno a 220 grados y mantenemos durante los 25 minutos restantes. Yo he utilizado esta opción, si queréis utilizarla tenéis que aseguraros que vuestro horno no tire aire para enfriar el horno al apagarlo, pues es una función que tienen muchos modelos. 

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